Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1976) Naciones Unidas
En armonía con los derechos humanos, este Pacto obliga jurídicamente a los Estados que lo firman a respetar los derechos ahí constituidos en la medida en que reconocen que no puede realizarse el ideal del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales.
Comprende que el individuo, por tener deberes respecto de otros individuos y de la comunidad a que pertenece, tiene la obligación de esforzarse por la consecución y la observancia de estos derechos. Insta a los Estados a no interferir en contra de los derechos y a los individuos a que cumplan con sus deberes.